jueves, 13 de agosto de 2009

Capítulo 1

Supongo que con diez años lo que debería de estar haciendo es salir corriendo por la puerta de casa para jugar a la pelota con otros niños, o perseguir a las niñas hasta que se escondan en su casa. Pero mamá me dice que tengo que quedarme en mi habitación, sin moverme de allí. Ella me trae la comida, me da libros que alquila en la biblioteca de la ciudad y me da las medicinas que el médico me dijo que tenía que tomarme.

Yo no entendía muy bien porqué tenía que quedarme encerrado en mi habitación, ni porqué tenía que tomarme aquellos sobres que sabían tan mal, ni porqué no podía salir a jugar con mis amigos. Ni siquiera podía bajar al salón a ver la televisión. Así que, por eso, mi madre decidió ponerme una en mi cuarto. Decía que todo niño necesita una pequeña dosis de dibujos animados entre tanta medicina. El médico lo aprobó y la orientadora también; decían que de ese modo me distraería. Pero, aún con televisión no podía dejar de estar enfadado con el médico y con mi madre, por encerrarme allí.

Unos días más tarde, mi madre entró en mi habitación con los ojos llorosos y me dijo que tendría que estar conectado a un tubo.

- ¿Y por qué?

- Cariño, a mí tampoco me gusta que estés aquí encerrado. Pero confía en mí. Con este tubo dentro de poco te pondrás bien y podrás salir a la calle a jugar con tus amigos.

Llevaron el aparato a mi habitación y le explicaron a mi madre que tenía que estar conectado a ese tubo ocho horas al día. No sabía muy bien para qué era ese tubo, pero mi madre me había prometido que en poco tiempo me pondría bien. Así que, aunque no me gustaba y me enfadaba más, estuve conectado al tubo. Mi madre me lo ponía un poco por la mañana, un poco por la tarde y otro poco por la noche, antes de acostarme. Decía que así no me cansaba tanto. Pero me cansaba igual.

A veces, cuando me levantaba de la cama y miraba por la ventana a los niños que jugaban en la calle, me daban ganas de llorar. ¿Por qué yo no podía ser como ellos? ¿Por qué a mí me había tocado estar encerrado en casa y estar conectado a un tubo? Yo quería salir a la calle a jugar, yo quería perseguir a las chicas, yo quería tirarme en la hierba y rodar cuesta abajo. Yo quería poder ser un niño, pero el médico me lo tenía prohibido.




Shurha

1 comentario:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Aquí nos tienes, a la espera de la continuación.