Ese día, la luna había aparecido pronto en el cielo. Todavía era de día cuando se pudo ver su silueta blanca y redonda recortada sobre la inmensidad azul del cielo. Y entonces fue cuando vio al Sol. Era grande, brillante y se podía considerar la envidia de cualquier astro. Desde ese momento, la luna se enamoró del Sol. Pero también desde ese momento supo que no tenía nada que hacer, que su amor era imposible. Esa tarde corrió por el cielo intentando alcanzar al Sol, pero él corría también. Parecía que huía de ella.
Triste, la luna empezó a hacerse cada vez más pequeña. El Sol la veía, empequeñecerse poco a poco, consumiéndose a ella misma. Él sabía porqué era, que era por su culpa, porque la luna se había enamorado de él. ¿Y qué podía hacer él? Él también estaba enamorado de la luna desde la primera vez que la vio aparecer por el horizonte, tan blanca, pura, y brillante.
La luna, poco a poco, menguó hasta que desapareció. Esa noche fue a ver a los Dioses en su hogar, para ver si la podían dar alguna solución. Estaba cansada de perseguir al Sol por el cielo y no poder alcanzarle. Y allí, en la casa de los Dioses, se encontró con el Sol, que esa noche había decidido ir a hablar con ellos porque quería ver a la luna.
-Queridos hijos -dijeron los Dioses-. No podemos hacer que os alcancéis en el cielo -la luna empezó a llorar-. Pero si podemos hacer que una noche al mes podáis estar juntos.
-Oh, Dioses, ¿cómo es posible? -clamó el Sol-. Por favor, decidnos la manera de poder estar juntos, aunque sea solo una noche...
-Prestad atención... Cada veintiocho días, la luna se oculta a la humanidad y no sale. Esa noche, hasta que tú, Sol, tengas que salir a alumbrar a los seres humanos, será vuestra, empezando por hoy.
Desde entonces, cuando la luna se oculta una vez al mes, se junta con el Sol, pudiendo así realizar los deseos que llevan todo un mes queriendo realizar. Y, quién diga que los que son diferentes nunca se pueden unir, miente. Si no... ¿por qué la luna y el Sol han podido hacer su amor verdad? No les creáis... Nunca ha habido un amor imposible y no lo habrá.
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